Ha pasado el curso muy rápido y os encontráis de frente con las
notas finales de vuestro hijo que no son las esperadas... y pensáis ¿qué
hacemos?, ¿le castigamos el verano estudiando o le damos vacaciones?. Toda
la familia tiene derecho a descansar ¿le dejo en casa con los abuelos o es
bueno que venga con nosotros y disfrute?.
En esta tesitura se encuentran un gran número de padres al terminar las
clases. Desde aprenderT, os aconsejamos, que no os vayáis hacia los
extremos y busquéis una postura intermedia, ya que el verano es buen momento
para encontrar la solución a los problemas que han surgido durante el curso y
prevenir para el siguiente.
Antes de decidir una solución de cara a las vacaciones, debéis de buscar
respuestas, no quedaros en pensamientos tipo “es que tiene capacidad
pero no le da la gana” o "este colegio es demasiado
exigente" porque en ocasiones los suspensos en el
curso pueden ser la punta del iceberg que esconden otro tipo de dificultades.
Es importante hablar con el colegio y sobre todo con vuestro hijo y en caso de
necesidad acudir a un especialista que os oriente.
No debemos obcecarnos con que tiene que pasar de curso sea como sea…. En
muchas ocasiones es un gran error y agrava el problema. Hay veces que,
como vosotros sabéis, no es por falta de capacidad, pero sí que el bajo
rendimiento puede ser por falta de organización limitando así sus
capacidades. Quizá el niño o adolescente carece de técnicas para enfrentarse al
estudio y vive esta situación como un reto imposible para afrontarlo solo,
perdiendo así la motivación. Por ello es mejor que se le enseñe
durante el verano a estudiar, preparando así las bases para el año que
viene.
Es bueno dejarle un tiempo de vacaciones. Una sugerencia puede ser
intercalar periodos intensivos de estudio con espacios de ocio o descanso
durante los dos meses de vacaciones. De esta manera también conseguimos que
esté más motivado.
Una vez comenzado el curso no se debe dejar de lado el hábito adquirido
durante las vacaciones. Durante el comienzo del próximo curso el niño poco a
poco debe ir adquiriendo autonomía, por este motivo si durante los dos meses de
verano habéis estado ayudándole en su estudio, ahora debéis dejarle
momentos en los que se enfrente el solo a sus tareas.
Para finalizar esta entrada queremos recalcar que no olvidéis hablar con
vuestros hijos, con el colegio y si es necesario con el especialista, no
os cerréis en el pensamiento de que vuestro hijo es un vago, puede haber muchos
motivos. Considerar que la solución no está en dos meses de verano pero dos
meses de verano pueden ser el principio del camino al aprobado.
Os esperamos en:
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